Antes de Adoptar

¡Bienvenido al maravilloso mundo de tener mascota! Si estás pensando en adoptar un perrito cariñoso o un gatito mimoso, estás a punto de vivir algo increíble. Te ayudamos a prepararte para que tanto tú como tu nuevo amigo sean felices desde el primer día.

Es como elegir entre salir de fiesta o una noche de Netflix. Los perros son como ese amigo extrovertido: necesitan salir, jugar y estar siempre contigo. Perfecto si te gusta caminar, tienes patio o eres de los que van al parque los domingos. Los gatos son más tipo 'amigo introvertido genial': cariñosos pero independientes, ideales si vives en un piso pequeño o trabajas todo el día. Un perro necesita salir al menos 3 veces al día (¡llueva o truene!), mientras que tu gato se las arregla solito con su arenero. ¿Viajas mucho por trabajo? Definitivamente, gato. ¿Te encanta hacer senderismo? Tu perro será tu mejor compañero de aventuras.

Imagínate llegar a una casa nueva: necesitas una cama cómoda, saber dónde comer y sentirte seguro. Tu mascota piensa igual. Lo básico: una camita (o transportín para perros pequeños), dos bowls (uno para agua, otro para comida), y juguetes para que no se aburra. Si adoptas un perro, necesitarás correa, collar con su nombre, y empapadores para los primeros meses. Para gatos: arenero, arena que no haga polvo, y un rascador (tu sofá te lo agradecerá). Un truco: coloca todo en un rincón tranquilo donde pueda relajarse cuando se sienta abrumado.

Hablemos claro de dinero. Cuenta unos 40-70€ al mes en comida (más si adoptas un San Bernardo, menos si es un Chihuahua). Las vacunas y revisión anual rondan los 150€. Pero lo importante: ten siempre 400-600€ guardados para emergencias (como cuando tu perro se come un calcetín o tu gato decide que las plantas son deliciosas). Los perros suelen costar más: comen más, necesitan más accesorios y a veces clases de educación. Los gatos son más económicos día a día, pero no escatimes en su comida de calidad ni en sus revisiones anuales.

Busca uno como buscarías pediatra para tu hijo. Pregunta a otros dueños de mascotas del barrio, mira reseñas en Google, pero sobre todo: visítalo antes de decidir. Fíjate si trata bien a los animales, si te explica las cosas con paciencia y si la clínica está limpia. Pregunta si atienden urgencias (tu gato no va a decidir ponerse malo solo en horario de oficina). Valora también que esté cerca de casa: cuando tengas una emergencia a las 2 AM, te importará mucho más que los 5€ que ahorres yendo al más barato.