Planificación y Estructura

¿Te has quedado alguna vez paralizado frente a la página en blanco de tu TFG? ¿O has empezado a escribir directamente y luego te has dado cuenta de que has perdido el hilo? Te entiendo perfectamente. La diferencia entre un trabajo académico que fluye y uno que se convierte en una pesadilla no está en el talento, sino en la estrategia. Como tu tutor, te voy a enseñar un método probado que convierte la escritura académica de un caos en un proceso predecible y manejable. Miles de estudiantes han salvado sus TFG siguiendo estos pasos.

Déjame contarte algo que he observado en 15 años dirigiendo tesis: los estudiantes que planifican terminan sus trabajos en la mitad del tiempo y con el doble de calidad. Pero atención, porque aquí viene el secreto que nadie te explica: cada fase requiere un estado mental completamente diferente, y mezclarlas es la receta perfecta para el bloqueo del escritor.

FASE 1: PLANIFICACIÓN (El detective)En esta fase eres un detective reuniendo pistas. Tu misión es clara: definir qué vas a investigar, cómo lo vas a hacer y qué estructura seguirá tu texto. Dedica el 30% de tu tiempo total a esta fase. Si tu TFG te va a llevar 6 meses, invierte casi 2 meses solo en planificar. Sé que suena mucho, pero créeme, luego me darás las gracias.

Empezarás definiendo tu pregunta de investigación con precisión quirúrgica. No vale 'Voy a hablar de inteligencia artificial'. Necesitas algo como: '¿Cómo están transformando los chatbots de IA la experiencia del cliente en el sector bancario español entre 2020-2024?' ¿Ves la diferencia? La segunda pregunta ya te está diciendo qué estudiar, dónde, cuándo y cómo.

Luego, crearás tu esquema. No un índice bonito, sino una estructura que responda a tu pregunta paso a paso. Cada apartado debe tener un propósito claro en tu argumentación. Piensa en tu esquema como los planos de una casa: cada habitación tiene una función específica.

FASE 2: REDACCIÓN (El constructor)Ahora cambias de sombrero. Olvídate de la perfección, de buscar la palabra exacta o de que cada frase suene académica. Tu única misión es construir, poner ladrillos sobre el plano que ya tienes. Escribe rápido, escribe mal si es necesario, pero escribe. Esta fase debe representar el 50% de tu tiempo.

Un truco que enseño a todos mis estudiantes: empieza cada sesión de escritura repasando lo que escribiste el día anterior. Te ayudará a retomar el hilo y mantener la coherencia. Y usa marcadores como [AMPLIAR AQUÍ] o [BUSCAR CITA] cuando sepas que necesitas algo pero no quieras interrumpir tu flujo de escritura.

FASE 3: REVISIÓN (El editor implacable)Aquí te conviertes en tu crítico más duro. Esta fase consume el 20% restante de tu tiempo, pero es donde tu trabajo pasa de amateur a profesional. Revisa en capas: primero la estructura general (¿responde mi texto a la pregunta inicial?), luego la argumentación (¿cada párrafo aporta algo a mi tesis?), después el estilo (¿suena académico pero comprensible?) y finalmente los errores de forma.

La clave del éxito es la disciplina de no mezclar estas fases. Cuando estés planificando, resiste la tentación de escribir párrafos completos. Cuando estés redactando, ignora los errores de ortografía. Y cuando revises, no añadas contenido nuevo sin replantearte toda la estructura.